
En ese sentido, el radicalismo no fue la excepción y desde el comité nacional, por ejemplo, se deslizan reacciones, pero también ciertos recaudos en el marco de una situación económica frágil, donde se habla más de riesgo de hiperinflación y de discursos mágicos que de cronograma electoral.
No obstante, un dramático cuadro actual, no le impide al titular del comité nacional, Gerardo Morales, lanzar estiletazos contra el oficialismo en forma tan puntual como para que el ataque sea contra el Frente de Todos y no contra la continuidad de la gestión del presidente Alberto Fernández.
En los últimos días hizo, eso sí, un fuerte llamado de atención, al marcar la necesidad de que el oficialismo unifique personería entre sus tres grandes socios y adopten las medidas que frenen una disparada aún mayor de las variables económicas. Pero también, fue el propio gobernador jujeño quien escapó a la tentación de todo cántico de sirenas, apartándose de aquellos organizadores del clamor hacia una asamblea legislativa ante una eventual acefalía, que por el momento está lejos de tal posibilidad.
Morales consolidó su prudencia y reflejos de tiempista porque sabe que no debe meterse en internas ajenas y no se anticipa a hipótesis de eventuales asunciones que sólo se comentan en pasillos del Congreso, como es el caso de una posible asunción de Sergio Massa, sea como eventual Jefe de Gabinete o si se produjera vacante por ley de Acefalía.
Nadie desconoce que hay una buena relación de Morales con Massa, al punto que fueron en alianza en los comicios que posibilitaron su primera gobernación en Jujuy. No obstante, también es consciente que la situación no está como para abrazarse al primer rumor que tenga paso en la esquina del Congreso.
ASAMBLEA BIEN LEJANA
El remedio institucional de una asamblea legislativa está lejos de las inquietudes del centenario partido, por una cultura de institucionalidad y, por lo tiempos que corren, también por una conveniencia política.
Morales, al igual que muchos dirigentes que sufrieron la hecatombe del 2001 y se quedaron en el partido, conoce muy de cerca la experiencia de que, en el imaginario colectivo, el radicalismo está también asociado a tiempos de crisis como fueron la “hiper” de 1989 y el estancamiento económico del 2001. Por esta razón, y aun cuando haya debilidad en el gobierno nacional, habría que despejar del imaginario colectivo esa vinculación que suelen hacer las generaciones intermedias, los medios y demás instituciones sobre el partido de Alem.
Es por eso que Morales apuesta fuerte a los avances de la propuesta económica del radicalismo, que se está elaborando bajo la fuerte supervisión del economista Alberto Levy Yeyati, quien conduce los estudios que se realizan en la fundación Alem, la que tiene reconocimiento oficial de la organización partidaria.
UNA PROPUESTA SE NECESITA
La propuesta radical en economía no constituye la última palabra, dado que se debe cotejar con las conclusiones que aporten desde el Pro, la Coalición Cívica y el Peronismo Republicano, y de esa tormenta de ideas, saldrá la plataforma económica. Esto está previsto para diciembre, pero dadas las circunstancias, es probable que todo se adelante.
Sobre Levy Yeyati trasciende lo que se conoce en los medios y en ese sentido ha deslizado que el daño del kirchnerismo a la economía ya dejó sus huellas y que paulatinamente se puede trabajar sobre reducción o control de daños.
El economista y consultor tiene una óptica algo contrastiva de una visión tradicional radical, pero, según se sabe, no está dispuesto a “romper el cerco” ni a escapar de los márgenes de una postura partidaria, donde la economía mixta y el estado tiene un papel central, a diferencia de los ultralibertarios de Javier Milei.
Sin embargo, comparte la visión actual de impulsar la mayor inserción del país en el mundo donde será el comercio exterior el que promueva el mayor desarrollo. En más de un mitin partidario se le escuchó decir que la vieja apología del mercado interno deja para el país paupérrimos índices de crecimiento de menos del 2 por ciento, frente a las amplias posibilidades de porcentuales de dos dígitos de tales parámetros que pueden producirse a partir de una agresiva política de comercio exterior.
Por último, Yeyati es el economista a consultar en estas circunstancias de coyuntura, con temáticas que están en la agenda más exigente. Entre sus aportes académicos figuran sus estudios sobre las causas y consecuencias de la dolarización financiera, el comportamiento de los mercados financieros en contextos de crisis y la economía de los regímenes monetarios y cambiarios.
Mientras tanto, el economista desfila por distintos medios de comunicación, a la vez que Morales administra los paños tibios para una situación política en ebullición.
Asimismo, Morales debe también utilizar parte de su tiempo en contener al socio mayoritario en la alianza juntos, como lo es el Pro, donde el ala perteneciente a los halcones que proponen quitar toda suerte de diálogo con el gobierno.
En ese esquema de equilibrista transita, entonces, un andarivel muy angosto por el cual el radicalismo analiza el “minuto a minuto” de la situación económica, pero también debe trazar su estrategia para la continuidad del cronograma electoral y soñar con el recambio del gobierno en diciembre dl 2023.
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