Giorgia Meloni, la líder de Fratelli d’Italia, el partido heredero del creado por el Duce, se convirtió en la favorita para ser la próxima primera ministra, la primera mujer en llegar a ese puesto en Italia .

Giorgia Meloni, la líder de Fratelli d’Italia, el partido heredero del creado por el Duce, se convirtió en la favorita para ser la próxima primera ministra, la primera mujer en llegar a ese puesto en Italia .

La Vía Apia sigue siendo desde hace dos milenios la calle más glamorosa de Roma. Entre los famosos residentes de la zona se encuentran estrellas de cine como Gina Lollobrigida y Valentino, el diseñador de moda de 90 años. Fue allí, en su Villa Grande de cinco habitaciones -que compró hace 20 años y prestó por mucho tiempo al difunto director Franco Zeffirelli- donde Silvio Berlusconi reunió el martes 19 de julio a un grupo de políticos de la derecha más rancia para discutir cómo hacer caer al primer ministro Mario Draghi y armar un nuevo gobierno con la neofascista Giorgia Meloni a la cabeza.

Italia lleva meses de agitación. Es probable que pasen varias semanas después de las elecciones de este domingo 25 de septiembre antes de que se pueda formar una nueva coalición y elegir a Meloni. La crisis política italiana es también un problema para la Unión Europea. El banco central continental está tratando de evitar una recesión inminente, mientras equilibra la necesidad de frenar la inflación con los riesgos de que estalle una nueva crisis de la deuda. Mientras la guerra continúa en Ucrania y el suministro de energía disminuye, muchos en la UE se preguntan si los antiguos “barones” de la derecha saben realmente lo que hicieron.

“Soy Giorgia Meloni, soy mujer, soy madre y es muy probable me convierta -a los 45 años- en la primera Presidenta del Consejo en Italia. Si Berlusconi y Salvini no realizan ninguna jugada, claro. Y quiero saludar con buena paz a los que me consideran una fascista o a los que, incluso en el extranjero, ya tienen miedo de lo que voy a hacer”, escribió un rato más tarde en su cuenta de Twitter. Está claro que ella sí sabía lo que hacia y quería.

Meloni milita en la ultraderecha desde los 15 años, cuando se inscribió en el Frente de la Juventud del Movimiento Social Italiano, MSI, el partido que fundaron en 1947 los sobrevivientes de la élite de la República Social Italiana en el norte italiano, bajo la guía de Giorgio Almirante, ex ministro del Duce. Cuando el MSI se disolvió tras la muerte de Almirante, Meloni pasó a la Alianza Nacional de Gianfranco Fini, que era la continuidad del movimiento fascista tradicional. Se convirtió ahí en una periodista de los medios afines y cuando la alianza ya no tenía oxígeno, la joven Meloni fundó en 2012 Fratelli d’Italia (Hermanos de Italia), siempre en la misma línea sucesoria.

Pero lo que más preocupa en Italia y toda Europa es la conexión que Meloni tendría con grupos de interés rusos cercanos a Vladimir Putin. La prensa italiana denunció que sus aliados recibieron dinero desde Moscú y que los famosos hackers que maneja el Kremlin pudieron haber estado detrás de algunas maniobras que terminaron con la caída del gobierno de Draghi. Ahora, a partir del triunfo de las elecciones de este 25 de septiembre habrá que ver cómo se desempeña quien será sin dudas la primera ministra mujer de la historia de Italia.

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