“Estamos preparados para poner el pecho y dar las peleas que tenemos que dar”, afirmó el presidente.

“Estamos preparados para poner el pecho y dar las peleas que tenemos que dar”, afirmó el presidente. Y se enfocó contra los “especuladores que quieren ganar aprovechando la incertidumbre”. “Nos ha pasado una pandemia muy cruel, que paralizó el mundo. Y cuando estamos empezando a levantar cabeza, aparece una guerra que vuelve a complicar todo”, volvió a argumentar señaló Alberto Fernández.

Y enfatizó que “además tenemos a los de adentro, que tampoco nos la hacen fácil. Los que especulan, los que quieren ganar aprovechando la incertidumbre, los de siempre”. Para demostrar su determinación, el presidente afirmó con contundencia: “A todos ellos, nosotros estamos preparados para poner el pecho y dar las peleas que tenemos que dar”.

Este jueves el INDEC publicó un aumento del Índice de Precios al Consumidor del 5,3 por ciento en junio, con lo que se acumula un incremento del 36,2 en el primer semestre. En la medición interanual, la inflación subió 64 por ciento, frente al 63,2 del dólar blue.

“Lo que siento es que quieren probar nuestra templanza, la van a probar. Quieren probar nuestra fuerza, la van a probar. Si quieren ver si vamos a dudar, hoy tienen la prueba de que no vamos a dudar”, insistió el presidente.

¿Cuál será la prueba de esa fuerza a la que alude Alberto Fernández, pero que nadie advierte? Con su imagen por el piso, la autoridad presidencial vaciada, pésimos resultados económicos y sociales, y una crisis política fabulosa al interior de la coalición gobernante, el presidente pretende mostrarse como un galló de riña, cuando no es más que un pollito.

También el presidente subrayó que planea seguir con sus convicciones, “trabajando para que la economía se tranquilice, y para que los especuladores sepan que en esta sociedad no hay tiempo para la especulación”. En ese marco, muchos argentinos se preguntan cuáles son esas convicciones, si las Bob Dylan o las de Lito Nebbia.

Justamente una de sus habituales alusiones musicales, presentándolas como autoridades políticas incuestionadas, motivó la burla del auditorio. Fue cuando no tuvo mejor idea que aseverar: “En esta sociedad no hay tiempo para la especulación (..) por eso, como dijo Fito (Páez), acá estoy yo, ‘vengo a ofrecer mi corazón’”. Otro papelón más, y van.

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