
Incremento de los precios de commodities
Turbulencias financieras
Disrupciones de comercio
En este contexto, el FMI publicó en su World Economic Outlook (WEO) sus perspectivas económicas para el año en curso y los venideros, donde se refleja el impacto de los factores anteriormente mencionados: el organismo prevé una economía mundial con menor crecimiento y mayor inflación de forma generalizada que lo que veía seis meses atrás. Siendo esta fuente de proyecciones una de las de mayor relevancia mundial para la toma de decisiones, procedemos a un breve análisis de sus principales puntos.
El FMI no dudó en ser tajante: apenas en la segunda oración del informe insignia afirmó que “las consecuencias económicas del conflicto [Rusia-Ucrania] contribuirán a una significativa desaceleración del crecimiento global en 2022”. Así, excepto por Argentina, Colombia, Venezuela y algunos países de Asia y África, el FMI espera una desaceleración económica a nivel global. Esto se tradujo en un transversal recorte de proyecciones de crecimiento, siendo las naciones europeas y vecinas a las involucradas en el conflicto bélico las más afectadas, como puede apreciarse en el gráfico:
En términos globales, se espera un crecimiento del 3,6% para la economía mundial en 2022, lo cual es 1,3 p.p. menor que lo que se proyectaba en octubre 2021. En materia de empleo y producto global, el FMI estima que éstos no recuperarán las tendencias de expansión pre-pandemia hasta, por lo menos, el 2026.
Para el caso del MERCOSUR (excluyendo Argentina) se espera un crecimiento 0,8 p.p. menor que lo estimado en octubre (1,6% vs 0,9%). Respecto de nuestros principales destinos de exportación ponderados por volumen de comercio, los principales demandantes de nuestras exportaciones crecerían en torno de 3,6% en 2022, lo cual es 1,4 p.p. menor que en las estimaciones del WEO anterior.
“Sin embargo, el FMI elevó la proyección de crecimiento para nuestro país (de 2,5% a 4%). Si bien en parte esto obedece a un mayor arrastre estadístico (en la edición de octubre estimaba un crecimiento para 2021 de 7,5% cuando terminó siendo 10,3%), la proyección de crecimiento para este año (y los subsiguientes) se enmarca dentro de las previsiones contenidas en el acuerdo recientemente firmado”, explicó Ecolatina.
Por último, en el plano local destacó: “las consecuencias de la guerra en Ucrania no se perciben tan transitorias como en un principio. La desaceleración económica global presenta un riesgo para la región y para la Argentina en particular, atenuando el impacto favorable de la suba en los precios de nuestras exportaciones. La mayor y más persistente inflación devenga en una creciente agresividad monetaria por parte los principales bancos centrales mundiales, con sus consecuentes riesgos financieros-crediticios globales”.