
El subsecretario de Salud Pública habló de “las y los medicamentos”
Un funcionario chileno cometió un lapsus en una conferencia de prensa este miércoles, al intentar aplicar el lenguaje inclusivo en una frase que tenía razón de uso.
“Avanzamos sobre todo en la idea del derecho a la salud, en el cual los y las medicamentos son fundamentales para poder garantizar el acceso a la salud”, comentó ante los periodistas el subsecretario de Salud Pública, Cristóbal Cuadrado.
El funcionario, flanqueado por la ministra de Salud y la ministra de la Mujer y Equidad de Género, estaba por finalizar su mensaje y lo concluyó sin retroceder sobre ese punto errado en cuanto al género gramatical.
El gobierno de Gabriel Boric, iniciado el 11 de marzo, ha plasmado una impronta abiertamente feminista, con más mujeres en el gabinete, y el lenguaje es parte de la perspectiva instalada.
De hecho, en su discurso de inauguración dijo que será “el presidente de los chilenos y chilenas”, habló de “todos y todas” y hasta modificó una famosa frase del ex mandatario Salvador Allende para incluir a “la mujer libre” en la construcción de una sociedad mejor.
Gabriel Boric saluda junto a los miembros de su nuevo gabinete tras su presentación, en Santiago de Chile (Reuters)
Pero no es la primera vez que un miembro del gobierno comete un desliz con este tema. A fines de abril, el ministro de Educación, Marco Antonio Ávila, habló de apoyar a “las y los establecimientos”.
El ministro se tomó el episodio con humor y luego escribió en Twitter: “Así de comprometido estoy con la inclusión y no discriminación. Más allá de este lapsus, quiero recalcar que estamos trabajando por dar respuesta a las justas demandas de las comunidades educativas en infraestructura y salud mental”.
La ONU ha publicado tres recomendaciones para su personal en lo relacionado al lenguaje inclusivo: tener en cuenta el tipo de comunicación (sea oral o escrita) y su finalidad, además del contexto y el público; procurar que el mensaje, oral o escrito, sea claro, fluido y conciso, y que los textos escritos sean legibles; tratar de utilizar diferentes estrategias combinadas a lo largo del mensaje, oral o escrito.
Además, sugiere tres estrategias: evitar expresiones discriminatorias, visibilizar el género cuando lo exija la situación comunicativa y no visibilizar el género cuando no lo exija.
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