La actriz Adabel Guerrero abrió su corazón acerca de cuánto la afectaron los últimos años de su vida y cómo está logrando salir adelante

“Este año tengo una crisis profunda, como de vida. Tener a Lola fue un antes y un después, y también haber cumplido 40 años, porque me replanteé cómo sigo mi carrera, hasta cuándo me va a dar el cuerpo, o qué voy a hacer después.

También me mudé a un lugar distanciado de la ciudad, me alejé de las personas que me ayudaban y me sentí muy sola. Mi marido sigue trabajando de 8:00 a 8:00, como siempre, y yo no soy una mujer que pueda dejar a trabajar, porque con Martín pagamos todo a medias, él no es una persona adinerada. Y este año, con esta crisis, decidí trabajar un poco menos, siempre y cuando pueda pagar las cosas todos los meses. Quiero disfrutar de mi carrera, de mi hija, de mi casa nueva”.

Abordada por la periodista sobre si cree que ya no será la misma una vez que logre superar este momento crítico, Adabel fue contundente: “Cuando una tiene un cambio tan profundo, ontológico, no vuelve atrás. Es como aprender a leer. Estoy recibiendo ayuda por parte de mi coach, Samual Stagmateas, y haciendo terapia cognitivo-conductual. También estoy escribiendo un libro, una autobiografía acerca de lo que me ayudó a salir adelante y qué herramientas usaría hoy, habiendo estudiado”.

Ante la consulta de Kämpfer sobre el rol de su padre, la bailarina se sinceró: “Nunca voy a saber por qué se fue. Mi mamá decía una cosa y mi papá dice otra. A él no le voy a perdonar que se haya distanciado de sus hijos, al margen de los problemas que pudo haber tenido con mi madre. Él tendría que haber luchado por nosotros, pero se fue a vivir a Estados Unidos y nos veía solo dos días al año. Hace un tiempo le pedí un acercamiento, porque quería que mi hija tuviera un abuelo, pero no hubo interés de su parte”.

Leave a Reply