
Eran las 5 de la mañana y todavía estaba oscuro cuando el interno 6343 de la línea 60 se detuvo en la ruta 197, antes de subir a la autopista Panamericana. Los pocos pasajeros estaban abrigados, casi todos refugiados en el fondo, yendo a trabajar. Fue ahí que subieron cuatro personas y empezaron los gritos. Estaban armados y querían robar. La secuencia terminó a los tiros y con uno de los asaltantes, una joven de 25 años, muerta, más un cómplice herido.
El colectivo iba en dirección a la Capital Federal, a la altura de El Talar de Pacheco, en Tigre, al norte del Conurbano.
Según las fuentes consultadas por Clarín, al menos tres ladrones, uno de ellos una mujer, apuntaron contra el conductor, que atinó a seguir manejando unos pocos metros mientras los pasajeros, asustados, intentaban ponerse a resguardo.
Tiros y muerte en un colectivo de la línea 60.
Los cómplices empezaron a pedir celulares y dinero hasta que llegaron al final. En uno de los últimos asientos viajaban dos policías de la Ciudad de Buenos Aires -un hombre y una mujer-, que cumplen funciones en la comisaría 14C de Palermo y estaban camino a entrar en su turno.
Ambos iban de uniforme, pero tan abrigados que los ladrones no llegaron a detectarlos antes de empezar con el robo.
Cuando vieron las armas, se identificaron como policías y dieron la voz de alto, según la versión que dieron después.
El chofer del colectivo se detuvo de inmediato en la banquina, a la altura del kilómetro 29. Uno de los oficiales forcejeó -primero- con un ladrón armado con un revólver calibre .38, y lo bajó. En la lucha logró sacárselo y llegó a dispararle al menos tres veces.
Las pericias tras el hecho.
Según el relato del policía, el delincuente habría gatillado contra él pero no salió el disparo.
Al lado, la mujer policía empezó a pelear con la joven delincuente, que sacó un cuchillo del bolsillo de su campera. “No tuvo otra opción que disparar porque la tenía encima, incluso hay cortes en su campera”, indicó una fuente judicial a Clarín. En la escena no se encontró el cuchillo que -dicen- tenía la mujer.
Los peritos recolectaron nueve vainas en la escena del hecho, la mayoría en el pasto de la banquina porque los disparos se produjeron fuera del colectivo, junto al guardarrail.
En ese lugar también quedó tendido el cuerpo de la mujer de 25 años, que hasta la noche de este domingo no había sido identificada ni sus familiares se presentaron para reclamar.
En el lugar recolectaron nueve vainas servidas.
El cadáver se encontraba en San Fernando, a la espera de ser trasladado a la morgue de Lomas de Zamora para la autopsia.
La joven –de cabello oscuro y ondulado- vestía un jean, una campera negra con corderito blanco y un buzo gris con zapatillas negras. Terminó muerta de un disparo a la altura del pecho, cerca de la boca del estómago.
Ni el conductor ni los pasajeros resultaron heridos en el enfrentamiento. Según confirmaron fuentes judiciales a Clarín, tres de ellos declararon, además del chofer, igual que los dos policías, a quienes les secuestraron la ropa y las armas para peritarlas. Se trata de dos pistolas Pietro Beretta calibre 9 milímetros.
Un detenido
Los dos ladrones escaparon de la escena. Uno de ellos, identificado como Emiliano Ángel Arias (32), quedó detenido poco más tarde cuando fue a un hospital para ser asistido por las tres heridas de bala que recibió en el pecho, el hombro y una mano.
Según se indicó, recibió el alta médica y fue alojado en la comisaría 5ta. de Tigre. Tiene antecedentes por robo.
En tanto, todavía no estaba claro si el cuarto pasajero que subió con ellos también era uno de los ladrones o si simplemente compartieron la parada del colectivo.
Emiliano Ángel Arias (32) quedó detenido por un asalto en la línea 60, en Tigre. Recibió tres heridas de bala.
Terminada la escena, algunos de los pasajeros se habrían retirado del lugar antes de que llegaran los patrulleros y no se ha podido contar con su testimonio.
Ante la consulta de este diario, indicaron que buscan las imágenes de las cámaras de seguridad de la zona, aunque era de noche y la hora coincidía con la salida de los jóvenes de un boliche cercano, lo que complicaría la identificación de los responsables, aunque no descartaban ninguna posibilidad.
Los delegados de la empresa no se pronunciaron sobre el episodio, aunque reconocieron que este tipo de asaltos son “habituales” en la zona “desde hace mucho tiempo”. Además, confirmaron que el conductor estaba “bien, aunque asustado después de lo que pasó”.
La investigación quedó en manos de José Amallo, de la Fiscalía Única de El Talar, que ordenó una serie de medidas para intentar atrapar a los prófugos. En principio, calificó las actuaciones como “robo calificado por el uso de arma de fuego” y “homicidio”. No tomó ninguna medida contra la mujer policía al entender que actuó en “legítima defensa para repeler la agresión”.
Oficiales de la comisaría 5ta. y de la DDI de Tigre buscaban a los sospechosos que participaron del fallido asalto.
EMJ