
Convencido de que la economía argentina pasó de “terapia intensiva” a “terapia intermedia” después de la salida de Martín Guzmán -el exministro de Economía que nunca convenció a La Cámpora-, el secretario general de esa agrupación y también ministro bonaerense, Andrés Larroque, ahora sumó presión sobre el titular de la cartera de Trabajo, Claudio Moroni, al considerar que hay un “déficit en materia de gestión” en esa área. Incluso cuestionó el enfoque del ministerio, cuando en la misma respuesta dijo que a veces se toma como “enemigos” a los trabajadores y se es “complaciente con los factores de poder”.
Después de diagnosticar el “déficit en materia de gestión” en la cartera que conduce Moroni, Larroque planteó que durante el conflicto del neumático quedó establecido que no es necesaria la prolongación de la disputa, sino “dedicación, actitud y voluntad política” para tratar de resolver los problemas sindicales.
“Estamos viviendo una situación muy delicada, de ninguna manera los enemigos pueden ser los trabajadores y las trabajadoras. A veces nos precipitamos sobre los sectores más débiles y terminamos siendo demasiado complacientes con los factores de poder”, deslizó, sin hacer mención directa a Moroni, pero como parte de la misma pregunta que le hicieron en Radio Futuröck sobre cómo evaluaba la gestión del ministro de Trabajo.
En ese mismo sentido, el dirigente de peso de La Cámpora, que suele expresar las valoraciones del kirchnerismo más fiel, siguió: “Nos horrorizamos del reclamo de los trabajadores y las trabajadoras, que siempre va a ser legítimo y después habrá que ver el sentido de oportunidad, pero no puede deslegitimarse un reclamo de estos sectores; y no decimos nada cuando se genera el mecanismo de liquidación de la soja donde directamente le estamos regalando la plata a un sector que tiene poder”.
Ante esto último, que sonó como una crítica a la implementación del “dólar soja” y, por ende, al ministro de Economía, Sergio Massa, Larroque aclaró que la medida era necesaria porque la Argentina precisaba los dólares. Sin embargo, mostró ciertos reparos: “Era lo que había que hacer porque estamos en una situación de debilidad y acuciante, que no fue culpa de Massa sino de Guzmán. [Pero] debemos ser cuidadosos con la semántica que aplicamos”.
En base a esto, dijo que la implementación del “dólar agro” se dio durante una situación “de condicionamiento y apriete”, y lanzó: “Tuvimos que apelar a ese mecanismo; ahora, no hagamos una fiesta porque no es eso lo que deseamos, pero tampoco dramaticemos lo que puede ser un reclamo social o de los trabajadores”.
No obstante, Larroque mantuvo el respaldo a Massa. Dijo que el titular del Palacio de Hacienda -que llegó al área después del breve paso de Silvina Batakis- hizo que el país alcance la “terapia intermedia”, tras la gestión de Guzmán, el primer ministro de Economía designado por Alberto Fernández que, según Larroque, dejó a la Argentina en “terapia intensiva”.
“En el período de Martín Guzmán se perdió mucho tiempo, se debilitó la capacidad del Estado, no hubo un ordenamiento del dispositivo económico y eso nos llevó a la terapia intensiva. Hoy pasamos a terapia intermedia”, definió. En tanto, planteó la necesidad de recuperar el salario y de “ir a fondo” para reducir la inflación.
Amparado en la situación económica que se vive en el país, evitó dar definiciones sobre las candidaturas que pretenden desde La Cámpora para el año próximo, cuando habrá elecciones presidenciales. Pese a eso, dijo que la militancia kirchnerista debe “construir las condiciones” para que la vicepresidenta Cristina Kirchner decida lo que quiere hacer con una posible candidatura, cuando llegue el momento.