
El mandatario Argentino esta haciendo equilibrio con las graves tensiones internas en el Frente de Todos. La relacion con CFK esta quebrada. Alberto duvitativo ensaya una tregua que no le sale.

La interna del Frente de Todos no da descanso. Alberto Fernández intentó ensayar una tregua con Cristina Kirchner e hizo un nuevo llamado a sostener la unidad, pero le aclaró a la vice que no es “un títere” y que no compartirá las decisiones de gobierno: “no existe la presidencia colegiada”.
“De mi parte no esperen un solo gesto que rompa la unidad”, afirmó el presidente en un intento de despegarse de las voces rupturistas de su propio espacio y del kirchnerismo duro, a quienes pareció trasladarle la responsabilidad de un quiebre en el FDT.
“Yo no soy títere de nadie. Ha quedado demostrado que tengo diferencias, pero yo actúo con mis convicciones. Yo escucho a todos, pero el Presidente soy yo y el que tiene que tomar las decisiones soy yo”, agregó Alberto en una entrevista con radio El Destape.
“Las palabras de Cristina no son más importantes que las mías”, añadió Fernández, que intentaba bajarle el tono a la interna, aunque los cristinistas no lo aceptan.
“Cristina habla porque tiene una base política importante. Lo que no quiero es que se pierda la unidad. Lo veo más difícil, pero yo creo que no es imposible”, señaló el mandatario. En tanto, el mandatario no pudo evitar las críticas por la negociación con el FMI y la apertura de las alcancías para subsidios.
“Nadie esperaba que este año fuera fácil. La economía está complicada y el mundo está complicado. Lo que hemos hecho es la misma receta que hemos hecho desde el 11 de marzo”, aseguró el mandatario.
En cuanto a la negociación con el FMI, Alberto sostuvo que “es una receta que no me gusta, pero es la receta que existe”. “Nosotros no necesitamos el préstamo”, señaló, aunque aclaró que “necesitamos acreditar nuestra capacidad de pago”. “El FMI tiene sus condiciones y nosotros tenemos que cumplirlas.
Lo importante es que los argentinos no paguen la cuenta”, enfatizó el Presidente, aunque no especificó cómo será eso. “Lo veo más difícil, pero yo creo que no es imposible”, señaló el mandatario, quien se ve sin herramientas para evitar que las tensiones inherentes en el FDT terminen en ruptura.