Mau y Ricky reflexionan sobre el furor que protagoniza la música latina en clave global y en tiempo de redes y métricas.

Derribaron fronteras con su capital simbólico (“Siendo distintos, sin necesidad de parecernos a nadie”) y desde Miami, verdadera meca de la música latina, crecieron exponencialmente. Todo eso sin dejarse corromper por la homogeneidad del sonido latino que, aseguran, “a veces parece muy tentador”.

Justo desde su lugar de residencia, donde lo que domina es la fusión y la multiculturalidad, con dos álbumes de estudio (Para aventuras y curiosidades, 2019, y Rifresh, 2020), hitazos que anticipan el tercero (Desgenerados), grandes giras y dos Luna Park por venir (3 y 14 de septiembre), Mau y Ricky (Montaner) forman parten de la revolución (y hermandad) latina que hoy se abre paso a fuerza de disciplina y conquista mundialmente los charts.

Mientras el portorriqueño Bad Bunny protagoniza un fenómeno inusual al haber ingresado al top 10 del Billboard Hot 100 (con Me porto bonito) y el productor argentino Bizarrap se ubica en la cima del Top 50 Global de Spotify ( con su Bzrp Music Sessions, Vol. 52 junto a Quevedo), Mau y Ricky reflexionan sobre el furor que protagoniza la música latina en clave global y en tiempo de redes y métricas.

“El otro día estaba en un evento, me cruzo con un artista americano y lo saludo como a cualquier colega latino… ¿sabes porqué? Porque mis números y mi posición dentro de las plataformas son igual o mayores que las de muchos americanos. Entonces estamos jugando todos el mismo partido, ya no somos distintas divisiones”, dispara Ricky Montaner, quien junto a su hermano y coequiper celebra que los latinos “ya no somos una minoría” dentro de la industria, aunque cuestionan la homogeneidad sonora de la música urbana que copa los charts.

“Si las diez personas más influyentes hacen las diez canciones muy parecidas, tiende a pasar que parece que hay una fórmula. Nosotros somos fans de estar moviendo la aguja o de proponer siempre con un pie del otro lado: ‘hey, esto les suena familiar, lo reconocen, pero con esto nuestro’”, explica Mau, que no duda en compartir el redescubrimiento del ritmo bailable que impusiera a fines de los noventa el grupo venezolano Calle Ciega. Y destaca entre los latinos que los inspiran (además de a los integrantes de su familia) a: “J Balvin, Manuel Turizo, Sebastián Yatra, Becky G, Karol G y Lali, a quien admiramos más de lo que se imaginan”.

Según los productores, el boom de la música latina apela a que lo más escuchado, lo que se convierte finalmente en “Trend”, responde a un beat muy universal, que sea bailable y se pueda sentir, “no importa si se entiende lo que se dice”. ¿Otras de las claves de por qué ésta es la era de los latinos, como pondera Mau y Ricky? El superpoder de los features o las colaboraciones que hacen que hoy hasta los artistas extranjeros necesiten de los artistas de Latinoamérica: “Por eso eso es que hace seis meses nosotros estábamos escribiéndole canciones a Christina Aguilera”.

–¿Cómo viven esta nueva etapa de “Desgenerados”, término que adoptaron casi como una nueva identidad?

­Mau: ­–Este disco es una celebración de quiénes somos como artistas y de la música que hacemos. Estos últimos años nos sentimos raros cada vez que nos preguntaban cuál era nuestro género de música y no sabíamos qué contestar. Porque la verdad no sentimos que somos artistas urbanos, aunque sin dudas recibamos influencias de la música urbana. No sentimos que seamos sólo rockeros, o sólo baladistas tampoco, entonces empezamos a decir que somos “desgenerados” porque no tenemos género dentro de nuestra música. Y nos pareció bonito tener un disco que hable de eso: de la importancia de la diversidad musical. La música es música, de todo tipo. Un día puedo sentir que tenemos influencias urbanas por lo que estoy escuchando y otro día, como en Llorar y llorar (junto al cantante mexicano Carín Leon) dejamos entrar la influencia del género regional mexicano. Es ser genuinos con quiénes somos y con lo que estamos viviendo hoy en día. Por eso es un disco y una gira que te pasea por todos esos distintos colores, texturas y sabores.

–¿Cuál es la esencia a la que creen que se remiten cuando dicen “quiénes somos como artistas”, además de la diversidad?

Ricky: –Literalmente pues las guitarras y el rock and roll tienen mucho que ver con nuestra esencia, en este disco y en otros. Siempre estamos creando con nuestros instrumentos. Más que en el género, nuestro néctar está en nuestras composiciones y en nuestras canciones. Cuando hablamos de volver a nuestras raíces también nos referimos a escribir sin importarnos si es una balada, algo regional, algo urbano, para la discoteca o el rock.

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